
Como os prometí en Instagram, aquí está la receta del cheesecake vegano a la frambuesa.
Yo no las tenía todas conmigo, pero la verdad es que ha pasado la prueba el amante de los cheesecake nº1, M. Pavlovic.
El pobre se pasó 2 días preguntando, con carita de perrillo abandonado: «¿Has hecho ya las fotos?», jajajaja.
Lo que tienen que aguantar los que comparten casa con una bloguera culinaria: tener delicias ahí, al alcance de la mano y no poder tocarlas porque la señora no ha hecho aún las fotos. Las demás blogueras de cocina comprenderán perfectamente lo que cuento.
Además se cortarían la mano antes que tocar cualquier cosa nueva comestible que aparezca por la cocina, todos han vivido la experiencia de haberse zampado algo que no había pasado aún por la sesión fotográfica y haber sufrido la ira de Mme. Pavlovic en sus propias carnes 😈
Bueno, pues una vez retratado el cheesecake, y tras tirarse en plancha sobre él, con los ojos en blanco y la boca llena, se le oyó decir: «¡Esto está de muerte!» (traducción aproximada de «Oh put… la vache! C’est mortel!»)
INGREDIENTES:
Nueces:
Se puede cambiar por cualquier otro fruto seco: almendras, avellanas, pecanas… siempre crudos y sin sal.
Harina de almendras:
O lo que es lo mismo, almendra molida.
Si no la tenemos a mano, siempre podemos moler unas almendras crudas en la picadora.
Dátiles:
Preferiblemente Medjool y deshuesados, pero a falta de estos al menos asegurarnos de que sean bien blanditos. Yo encontré el otro día unos bio en Aldi que están buenísimos.
Aceite de coco derretido:
Siempre virgen extra y mejor si es ecológico.
Anacardos crudos:
Este fruto seco es realmente sorprendente. Además de ser de los menos calóricos, son el sustituto perfecto (sin lactosa ni PLV) a la nata. Como os explicaba en la receta del helado de trufa, para hacer con ellos una pasta lisa tenemos que ponerlos en remojo unas horas (mejor toda la noche), desechar el agua, enjuagarlos y molerlos en un blender o procesador de alimentos. El mejor para estas cosas es el Vitamix.
Además, ponerlos en remojo desencadenamos la germinación y aumentamos sus propiedades nutritivas. Os hablo de ello en instagram también.
Leche de coco:
De la que viene en lata.
Se suele separar la grasa del líquido, así que mezclamos bien antes de usarla.
Sirope de ágave:
Yo sólo lo uso crudo, es decir, que en su fabricación la temperatura no ha subido más allá de los 48ºC.
Al tener un IG bajo no provoca picos de insulina, manteniendo estable el azúcar en sangre.
Frambuesas:
Las podemos usar frescas o congeladas.
Chía:
Esta semillita encierra muchos beneficios para la salud, tanto que es considerado como un superalimento.
Rica en fibra, proteinas, calcio y sobre todo omega 3 y omega 6, además tiene la capacidad de formar un mucílago cuando se mezcla con un líquido, algo así como una gelatina. Esto nos va a servir para espesar y en esta receta lo usaremos para hacer la mermelada que cubrirá nuestro cheesecake vegano a la frambuesa.
PASO A PASO:
Preparamos primero la base:
- Ponemos todos los ingredientes en el blender y damos varias pulsaciones hasta obtener una pasta granulosa.
- La ponemos en el fondo del/los molde/s, aplastando bien.
- Metemos en el congelador mientras preparamos el relleno.
Luego el relleno:
- Ponemos todos los ingredientes en el blender y batimos hasta que quede una pasta muy lisa. Dependiendo de la potencia del blender tardará más o menos.
- Vertemos la mitad en el molde y lo metemos en el congelador unos 15 min. Reservamos la otra mitad en la nevera.
- Batimos la otra mitad de la pasta con las frambuesas y la vertemos sobre la anterior. Volvemos a meter al congelador unas horas.
La mermelada:
- Batimos todos los ingredientes y los vertemos en el molde y metemos en la nevera.
- Desmoldamos pasando la lámina de un cuchillo alrededor del molde.
«Cheesecake vegano a la frambuesa»
Para un molde de 14 cm de diámetro y 7 cm de alto
La base:
- 55g nueces
- 50g harina de almendras
- 20g dátiles (Medjool de preferencia)
- 2 Tbsp aceite de coco derretido
- 1/4 tsp sal
- 1/4 tsp vainilla en polvo (opcional)
- Ponemos todos los ingredientes en el blender y damos varias pulsaciones hasta obtener una pasta granulosa.
- La ponemos en el fondo del/los molde/s, aplastando bien.
- Metemos en el congelador mientras preparamos el relleno.
El relleno:
- 240g anacardos crudos
- 110g leche de coco (1/2 cup)
- 100g aceite de coco (1/2 cup)
- 100g sirope de ágave crudo (1/3 cup)
- 2 1/2 Tbsp zumo de limón
- 30g frambuesas
- 1/4 tsp vainilla en polvo
- Ponemos todos los ingredientes en el blender y batimos hasta que quede una pasta muy lisa.
- Vertemos la mitad en el molde y lo metemos en el congelador unos 15 min.
- Reservamos la otra mitad en la nevera.
- Batimos la otra mitad de la pasta con las frambuesas y la vertemos sobre la anterior.
- Volvemos a meter al congelador unas horas.
La cobertura:
- 125g frambuesas
- 1 Tbsp zumo de limón
- 1 Tbsp chía
- 2 Tbsp sirope de ágave crudo
- Batimos todos los ingredientes y los vertemos en el molde y metemos en la nevera.
- Desmoldamos pasando la lámina de un cuchillo alrededor del molde.
Espero que este cheesecake vegano a la frambuesa os guste tanto como a nosotros. Y no olvideis seguirme en Instagram, donde comparto muchas recetas y consejos que no encontraréis aquí 😉
Mil besos❤︎❤︎❤︎
Muy rico el cheescake de frambuesa! Un postre diferente y exquisito!
Se está convirtiendo en el postre de mi verano!